La leishmaniosis canina, es una enfermedad infecciosa parasitaria que puede afectar tanto a humanos como animales. Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre como prevenirla, ya sea si tu perro se encuentra sano o haya sido diagnosticado de leishmaniosis.
¿Cómo evitar que mi perro se contagie de leishmaniosis canina?
Siempre es mejor prevenir que curar, por eso en el caso de la leishmaniosis, es fundamental conocer todos los tipos de protección disponibles y seguir un plan de prevención sostenible en el tiempo.
Conoce los dos tipos de prevenciones:
Medidas de prevención ambientales
Es la forma de prevenir la leishmaniosis canina de forma externa. Es decir mediante mosquiteras de malla fina, uso de repelentes, telas metálicas en puertas y ventanas, limpieza periódica de las camas o jaulas que tus perros usen con mayor frecuencia.
También te recomendamos que tus perros no duerman en el exterior y que durante los paseos nocturnos (cuando las temperaturas superan los 16º) extremes tus medidas de protección.
Medidas de prevención individuales
Estos incluyen vacunación y antiparasitarios externos. La primera barrera serían los antiparasitarios externos con actividad repelente y luego vacunas para dar prioridad a repelentes.
La función de los collares y pipetas es actuar como repelentes frente al mosquito y así reducir la probabilidad de que pique al perro y le inocule el parásito.
El papel de la vacuna es reforzar el sistema inmunitario de tu perro para que, en el caso de infección por la picadura del flebótomo (que le inocula el parásito Leishmania), esté preparado para desarrollar una respuesta inmune eficaz y evitar el desarrollo de la enfermedad y de sus síntomas.
Es recomendable que tanto la prevención ambiental como la individual se cumplan estricta y seriamente para prevenir esta grave enfermedad.

¿Qué es lo más efectivo contra la leishmaniosis?
El aumento de las temperaturas que se está produciendo en los últimos años ha hecho que la temporada de riesgo haya aumentado drásticamente y el riesgo de contagio puede existir todo el año. Por ello es muy importante asegurarte de que tu perro esté protegido por los 12 meses del año. Consulta con tu veterinario cual es la mejor opción para tu mejor amigo.
Uno de los métodos existentes es el collar Scalibor®, que se ha adaptado a las nuevas condiciones climatológicas y ha demostrado una eficacia repelente frente al flebotomo de entre el 94 % y el 98 % durante 12 meses con un solo collar.
Además, Scalibor® ha probado ser seguro para cachorros a partir de las 7 semanas de edad e incluso en perras gestantes y en período de lactación.
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